Revista del IEEM
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“Necesitamos una agenda en el área de Ciencia actualizada, con metas claras, que se revise y actualice asiduamente”

Mercedes Aramendía

Presidenta del Conicyt y de la URSEC

¿Cómo evalúas la gobernanza de las políticas de ciencia, tecnología e innovación en Uruguay? ¿Han cambiado las prioridades con el gobierno de Lacalle Pou?

Desde hace varias décadas nuestro país trabaja para desarrollar y fortalecer el área de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI). En ese sentido, vale destacar que el Consejo Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología (Conicyt) se creó en 1961, pero ha habido muchos hitos importantes, como ser la creación del Pedeciba (1986), del INIA (1989), de la Comisión Sectorial de Investigación Científica de la Udelar (1990), el Fondo Nacional de Investigación (1999), el Institut Pasteur (2004), el Sistema Nacional de Investigadores (2007), la ANII (2007), la Academia Nacional de Ciencias (2009), así como la creación y desarrollo de otros actores de mucha relevancia, como son las universidades privadas, la UTEC, ANDE, cámaras empresariales, parques industriales, zonas francas, entre otros muchos ejemplos.

Vale destacar que el MEC está trabajando en un proceso de rediseño institucional del área de CTI, para lo cual está llevando adelante diversas consultorías que le proporcionen insumos para la toma de decisiones. En este sentido, está analizando la normativa para el desarrollo de políticas y actividades de CTI. Está caracterizando a los actores y sus capacidades en el sistema de CTI, evaluando los recursos e instrumentos para promover la CTI, e identificando, diferenciando y caracterizando los diferentes roles a ser desempeñados por un sistema de I+D+i maduro. A su vez, está analizando ejemplos de buenas prácticas internacionales y principios generales de diseño institucional para ser aplicados en el área.

En esta línea, es interesante destacar que se identifican más de 60 actores diferentes en el ecosistema, pertenecientes a la academia, al Gobierno, al sector productivo o a la interfaz entre los anteriores, todos aportan desde su área de especialidad para el desarrollo de la CTI en el país.

Creo que es fundamental una política nacional en CTI. Necesitamos una agenda actualizada, con objetivos y metas claras, que se revise y actualice asiduamente. A su vez, hay que trabajar para desarrollar relaciones de confianza entre los diversos actores del ecosistema, generando más sinergias y trabajo coordinado entre el sector público, privado y la academia, promoviendo la competitividad, incentivando, así como creando espacios de diálogo y de encuentro que faciliten la construcción y el desarrollo conjunto.

 

¿Creés que la pandemia valorizó el rol del Conicyt y de la ciencia en general?

Creo que quedó demostrado que la CTI fue clave para enfrentar la pandemia, lo cual la acercó a todas a las personas, —así como la gran respuesta que pudo dar nuestro país—, gracias a la madurez institucional, a la libertad responsable, al trabajo, a la solidaridad de todos y a los grandes profesionales que tenemos.

«En la pandemia todo el ecosistema dialogó constantemente y tomó decisiones informadas de forma ágil».

Se trabajó de forma transversal. Todo el ecosistema dialogó constantemente y tomó decisiones informadas de forma ágil, con base en datos. Buscó responder apropiadamente y con flexibilidad ante los diversos desafíos que se presentaron de forma colaborativa: sector público, privado, academia, investigadores, sociedad civil y cada uno de los ciudadanos.

En este sentido, creo que uno de los factores fundamentales que nos permitió responder adecuadamente fue la forma en que los diversos actores del ecosistema de la CTI trabajaron en conjunto, codo a codo, de forma coordinada, con un objetivo claro. Se dejaron las chacras de lado, y cada uno puso lo mejor de sí, aprendiendo unos de los otros y de las experiencias internacionales. Se buscaron datos, potenciales respuestas y soluciones a medida.

Por supuesto que para eso fue fundamental el diálogo, la coordinación y la confianza y creo que tenemos que aprender y profundizar sobre esta experiencia, subrayando la necesidad y la importancia de que se trabaje de forma conjunta y coordinada entre los diversos actores del ecosistema.

En este sentido, creo que el Conicyt tiene mucho para aportar, siendo justamente uno de sus principales activos la representatividad que tiene de los diversos actores del ecosistema. Es clave profundizar y desarrollar las relaciones de confianza, así como la articulación.

 

¿Cómo articulan desde la institución los sectores público y privado?

El Conicyt está integrado por representantes de distintas organizaciones institucionales o sociales vinculadas a la CTI. Específicamente: Poder Ejecutivo, entes del Estado, sector académico-científico (Universidad de la República, investigador activo electo por sus pares y universidades privadas), sector productivo, Congreso de Intendentes, PIT-CNT y la Administración Nacional de Educación Pública.

El Conicyt busca formas de cooperación entre las organizaciones que lo conforman y asesora al Poder Ejecutivo y al Legislativo.

Entre sus cometidos, destaco algunos. Primero, proponer planes, lineamientos de políticas generales y prioridades relacionadas con la CTI.  En particular, se debe recabar su opinión previa sobre el Plan Estratégico Nacional en Ciencia, Tecnología e Innovación (PENCTI) y programas que instrumente la ANII.

Segundo, elaborar propuestas de bases y estrategias, áreas de interés e instrumentos de políticas de CTI y proponer la creación y reglamentación de programas de CTI.  Tercero, promover y estimular el desarrollo de las investigaciones en todos los órdenes del conocimiento, así como acciones conducentes al fortalecimiento del Sistema Nacional de CTI.

Cuarto, efectuar el seguimiento del funcionamiento de los diferentes programas de la ANII, en particular del PENCTI. Revisar, cuando lo considere conveniente y con razones fundadas, las diferentes etapas del PENCTI y lo actuado por la ANII.

Y, por último, homologar la integración de los comités técnicos que funcionarán en la órbita de la ANII y contribuir, de forma coordinada, con otros organismos del Sistema Nacional de CTI, al desarrollo de un sistema de evaluación y seguimiento de los programas que patrocine la ANII, u otros actores, así como de evaluación ex-post de los resultados y de su adecuada difusión a los actores.

 

¿Qué significa hoy, con el actual ordenamiento institucional de las políticas de ciencia e innovación, estar al frente del Conicyt?

Un orgullo, una oportunidad de aportar activamente al desarrollo conjunto del sector, al tiempo que muy agradecida por la confianza.

Soy una convencida de que la mejor forma de hacer las cosas es trabajando juntos, construyendo todos, coordinando y realizando acciones que nos permitan generar confianza y sinergias entre los diversos actores del sector.

«Hay que trabajar para llevar adelante un cambio cultural que nos ayude a adaptarnos a la nueva realidad».

Estamos ante momentos claves para el futuro de nuestro país. Con la transformación digital todo está cambiando muy rápido, hay mucha incertidumbre y creo que para responder adecuadamente hay que trabajar para llevar adelante un cambio cultural que nos ayude a adaptarnos a la nueva realidad y responder de la mejor forma, de manera proactiva y como sociedad, reduciendo las brechas, permitiendo que todos seamos parte e incentivando la generación de más I+D+i.

Asimismo, creo que necesitamos desarrollar constantemente nuevas competencias para atender las nuevas necesidades sociales y económicas, responder a los retos y desenvolvernos de mejor forma en sociedad.

Entiendo que hay muchas herramientas que nos ayudan a aprender constantemente, a responder de mejor forma y hay diversas formas de hacerlo, no hay recetas mágicas. Debemos hacer el traje a medida, en función de nuestros objetivos, contexto, necesidades y realidades, conociendo las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, pero no tenemos que inventar la rueda cada vez.

Pienso que es importante sensibilizar a la población sobre la importancia de que se capaciten y desarrollen en nuevas competencias, de forma constante y proactiva, a lo largo de toda la vida, y ayudarlos de diversas formas. Todos tenemos responsabilidad en esto, todos como sociedad tenemos que empujar e incentivar, y tener claro que la educación es la mejor herramienta para responder ante los nuevos retos.

Igualmente, creo que la verdadera clave está en el trabajo conjunto entre los diversos actores del ecosistema (Gobierno, empresas, academia y sociedad civil), y el desarrollo de relaciones de confianza. A fin de enfocar y focalizar los esfuerzos, en vista de los objetivos, buscando la forma más eficaz y eficiente de hacerlo, generando múltiples beneficios y desarrollo social, cultural y económico.

 

¿Cuáles fueron los principales logros durante tu período como presidenta de la institución y qué planes proyectan para los próximos años?

Desde 2020 el Conicyt está trabajando en la evaluación del Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (PENCTI), aprobado por el Decreto n.° 82/010 del 25 de febrero de 2010.  En ese marco, en 2021 comenzamos una consultoría a fin de analizar y sistematizar las lecciones aprendidas.

Entre los diversos desafíos que surgen del análisis que se está realizando, me gustaría destacar los desafíos que se presentan respecto a la absorción del conocimiento, la importancia de que haya inversión pública y privada, y de que se desarrolle una cultura científica, ateniendo la descentralización, la inclusión social y la equidad de género.

Asimismo, como se ha desprendido de la consultoría, creo que si bien el PENCTI permitió que se consolide el sistema científico-tecnológico y se aumente la competitividad, es importante atender la relación entre la gestión y la gobernanza, la coordinación para alcanzar mejores resultados y equilibrios, así como contar con objetivos, metas e indicadores que faciliten el seguimiento y la evaluación constante.

Por otra parte, desde el Conicyt estamos para asesorar —dedicamos mucho tiempo al análisis de diversos instrumentos y programas de la ANII— así como para aportar en diversas temáticas de interés para el país, como puede ser el desarrollo del hidrógeno verde, del espacio marino costero, de programas industriales y de temas vinculados con la inteligencia artificial.

Gracias al apoyo de diversos actores del sector, hemos podido internalizar más, así como conocer e intercambiar con diversas organizaciones vinculadas a la CTI en el país, todo lo cual contribuye para tener un mejor entendimiento, conocer las diversas realidades, necesidades y visiones.

Por último, no quiero dejar de subrayar la importancia de la descentralización y de la colaboración entre los diversos actores del sector, siendo esencial el trabajo conjunto, el desarrollo de relaciones de confianza, generar un nuevo PENCTI, con objetivos y metas claras, que faciliten su seguimiento y evaluación constante, así como que se incentive y se promueva el desarrollo de la CTI en todo el país.

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