Revista del IEEM
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El duro mundo de las habilidades blandas

Reid Hoffman, fundador de la red social LinkedIn, dijo: “Las habilidades técnicas seguirán siendo importantes, pero la capacidad de tratar con otras personas, que ya es importante hoy, lo será más aún en el futuro». Hoffman afirma que en el futuro lo relevante serán las habilidades vinculadas a la interacción social. Sin duda que la perspectiva del fundador de una red social con millones de usuarios a nivel mundial, vanguardista y visionario, llama nuestra atención desde la gestión de los recursos humanos.

El mundo laboral actual es cada vez más exigente con las habilidades blandas de sus colaboradores. Las empresas hacen cada vez más hincapié en las soft skills, también conocidas como people skills. Las personas con estas habilidades se destacan y son talento para las organizaciones, que reconocen la necesidad de incorporar estos perfiles a la gestión de sus empresas a causa del impacto positivo que tienen en los equipos de trabajo y, por ende, en el negocio.

¿Cuáles son las habilidades blandas que exige el mercado laboral actual? Un reciente informe elaborado por LinkedIn puntualizó las habilidades blandas más solicitadas por los empleadores en la actualidad: buena comunicación, buena organización, trabajo en equipo, puntualidad, pensamiento crítico, sociabilidad, creatividad, habilidades interpersonales, facilidad de adaptación y personalidad amigable. Una investigación de la Universidad de Harvard indica que el 85 % del éxito en el desempeño de un profesional se debe al buen desarrollo de sus habilidades blandas y personales.

Las habilidades blandas están íntimamente ligadas a la inteligencia emocional.

Las habilidades blandas están íntimamente ligadas a la inteligencia emocional, concepto que en los últimos 10 años hemos escuchado con más frecuencia. Algunas de las características de la inteligencia emocional son: la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los demás.

Podríamos asociar la inteligencia emocional a la imagen de una persona emocionalmente estable, a gusto consigo mismo y con el entorno, socialmente equilibrada.

Podríamos asociar la inteligencia emocional a la imagen de una persona emocionalmente estable, a gusto consigo mismo y con el entorno, socialmente equilibrada. Estas capacidades se ponen de manifiesto y son visibles fundamentalmente ante escenarios adversos. Son estas personas las que pueden resolver más exitosamente desafíos que se presentan en el exigente mundo laboral actual.

Las habilidades blandas no son fácilmente medibles para las empresas, en ocasiones tan solo las circunstancias que la persona vaya atravesando demostrarán la capacidad para ponerlas en práctica. Sin embargo, debido a esta necesidad, nuevas herramientas en las evaluaciones psicotécnicas tradicionales se han ido adaptando para dar respuesta. El pasado 4 de abril, un reconocido diario de nuestro país publicó un artículo acerca de nuevos métodos de entrevistas laborales a nivel mundial. Uno de ellos consistía en una entrevista de trabajo que era un desayuno en el que se pedía al restaurante que traiga un plato equivocado al candidato, para evaluar la personalidad, cómo responde a las dificultades y maneja este tipo de conflictos.

Si bien las habilidades blandas pueden ser evaluadas desde las entrevistas iniciales para un puesto, lógicamente detectar y evaluar esto depende del entrevistador y sus destrezas para ello. Las soft skills y aquellas asociadas con nuestra inteligencia emocional se ponen de manifiesto en la interacción con otros y son determinantes para muchas empresas en comparación a las habilidades técnicas.

La relevancia de estas habilidades ya ha llegado a transformar algunos sistemas educativos, que implementan en sus programas un nuevo enfoque, no tradicional, que mueve el foco del aprendizaje de habilidades duras y conocimientos. Esto es significativo, pues se vincula con lo que la institución educativa comprende como necesario para el futuro del trabajo. Lentamente, la educación está pasando de ser puramente racional a contemplar lo emocional. Lo mismo sucede en el mundo del trabajo, por ello la necesidad de perfiles con capacidades si se quiere, hoy por hoy, “nuevas”.

Lentamente, la educación está pasando de ser puramente racional a contemplar lo emocional.

Las habilidades blandas, soft skills o people skills, ya están siendo recurrentes en las necesidades que las empresas expresan. En ocasiones, la celeridad con la que algunas empresas afrontan los procesos de selección no permiten visualizar la relevancia de la evaluación de estas competencias para el futuro y largo plazo de la persona en la empresa, tanto como de su aporte a ella.

Es de nuestro conocimiento que las habilidades duras se pueden aprender, pero la pregunta que sigue es: ¿Cómo se desarrollan? Casi cualquier persona puede desarrollarlas, algunas con más esfuerzo que otras. Una persona con un muy buen desarrollo de sus habilidades técnicas o duras, pero con un pobre manejo de las people skills, difícilmente podrá desarrollar su carrera y alcanzar el éxito, porque probablemente no esté preparado para liderar, integrarse, comunicarse adecuadamente o ser empático.

Una persona con un muy buen desarrollo de sus habilidades técnicas o duras, pero con un pobre manejo de las people skills, difícilmente podrá desarrollar su carrera y alcanzar el éxito.

En un mundo competitivo y exigente son este tipo de habilidades las que llevan a las compañías al éxito. El ideal en estas épocas es que las empresas logren un equilibrio entre las habilidades blandas y duras en los candidatos, desarrollando procesos de reclutamiento y selección de personal personalizados e innovadores, así como acompañar mediante procesos de coaching o capacitaciones a sus futuros tomadores de decisión en el desarrollo de estas habilidades, que permitirán alcanzar con éxito las metas planteadas.

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Responsable de Capital Humano en

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